¿Podría ser COVID-19 el catalizador de una transformación muy necesaria en la forma de impulsar el aprendizaje en las empresas? ¡No tenemos ninguna duda!
Vamos a analizar algunas tendencias emergentes que debes tener en cuenta en tu empresa.
1) Se han producido cambios en los modelos de negocio
A medida que aumenta la demanda de productos de tecnología educativa, los proveedores han adaptado sus modelos de negocio. Al principio de la pandemia muchos productos de tecnología educativa se dirigían a las escuelas y universidades, el sector empresarial no tardó en tomar nota y probarlos.
Las empresas se dieron cuenta de que el trabajo y el aprendizaje a distancia habían llegado para quedarse y vieron las ventajas de acelerar su proceso de transformación digital.
En empresas como Tallentto buscamos alejarnos de las aulas virtuales que reproducen el enfoque de formación de tipo conferencia y ofrecer una herramienta interactiva para asegurar el aprendizaje, mejorar la comunicación y motivar al alumno.
Durante la pandemia del COVID-19 este tipo de herramientas han facilitado, y lo siguen haciendo, la formación de los empleados que tienen que lidiar con el trabajo a distancia y el aprendizaje online. El enfoque es mucho más especializado consiguiendo integrar diferentes experiencias de apoyo al aprendizaje y al rendimiento, como la colaboración entre compañeros o la creación rápida de contenidos de microaprendizaje.
2) Se demanda una experiencia de aprendizaje más personalizada
A medida que los empleados cambian de puesto y adquieren nuevas responsabilidades, las nuevas herramientas de formación permiten a las empresas identificar las lagunas de conocimiento y ofrecer contenidos personalizados que son cada vez más demandados.
El aprendizaje personalizado facilita que los empleados se sientan más cómodos y aprendan a su ritmo, siendo fundamental para el desarrollo de su puesto de trabajo.
¿Por qué a las empresas les cuesta implantar la formación digital?
A las organizaciones les suele costar trabajo, por lo menos así ha sido hasta hace unos años, implantar el aprendizaje digital, en parte debido a la falta de comprensión y pruebas de la eficacia del uso de las herramientas que usan, pero también debido a la ausencia de una cultura de aprendizaje interna.
El COVID-19 ha provocado una aceleración de la demanda de tecnología de formación en todos los sectores, ha aumentado la necesidad de nuevos modelos de aprendizaje y ha demostrado la importancia de una inversión bien planificada en el aprendizaje en la empresa.