Encuentros en la tercera fase de la formación empresarial

En 1974, en Arecibo, se envió por primera vez un mensaje cifrado fuera de nuestro sistema solar. La idea era contactar con alguna civilización capaz de descifrar el mensaje y responder. A fecha de hoy no habido ninguna respuesta, algo difícil si tenemos en cuenta que le quedan 25.000 años para llegar a su destino.

Años después, Este hecho sirvió de inspiración para la película Encuentros en la tercera fase dirigida por Steven Spielberg.

 

En la formación empresarial a veces lanzamos mensajes de forma similar a como se hizo en Arecibo: mandamos señales en forma de documentos PDF de varias páginas o vídeos y esperamos sentados a que haya alguna respuesta de vida inteligente. Y, al igual que muchos esperan que algún día los extraterrestres contesten a nuestra llamada, nos conformamos con un simple acuse de recibo (“este vídeo se ha visualizado”) porque ¿qué podríamos hacer al respecto?

 

En este sentido, son muchas las preguntas que habría que hacerse si queremos maximizar la transferencia de conocimiento:

¿Han recibido el mensaje?, esta pregunta es muy obvia y suele estar bien resuelta en muchos casos.

 

¿Han leído o visualizado el mensaje? Aquí empiezan los problemas. A veces podemos inferir que sí, pero ¿qué partes? ¿todo? ¿el final? ¿nada?, ¿empezaron a desconectar cuando contábamos esa clave del proceso…?

 

¿Han comprendido los puntos clave del mensaje? No queremos lanzar pelotas de tenis que rebotan en las personas de nuestra empresa, queremos que haya cierta permeabilidad a lo que transferimos.

 

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¿Han interiorizado las claves del mensaje? Este es sin duda el punto más complejo. Mucho material normativo (el de seguridad en el puesto de trabajo es un ejemplo) contiene mensajes sencillos, fáciles de captar y comprender, sin embargo, ¿Por qué muchas de las recomendaciones y normas nunca se cumplen?

En este sentido es aconsejable seguir tres puntos:

 

El contenido debe diseñarse para capturar la atención. En caso contrario la mente de los receptores no lo tendrá en cuenta. La relación coste / beneficio no estará de nuestra parte.

 

La experiencia de aprendizaje debe ser medible y trazable. Si no podemos medir qué se está recibiendo y qué no, y con cierto detalle, nos perdemos una parte fundamental del proceso de transferencia de conocimiento.

 

El contenido debe diseñarse para conseguir su interiorización. Conocer las normas de seguridad, o los valores de la empresa, no sirven de nada si no se interiorizan, se comprenden y las personas las hacen suyas. No es saber por qué una norma es obligatoria sino porque es importante para la empresa, para el grupo, para la persona, y para la sociedad en algunos casos.

 

En Tallentto diseñamos experiencias formativas que no solo tienen en cuenta estos conceptos, sino que proporcionan herramientas para medirlo y mejorarlo, desplegando además el contenido como una experiencia móvil gamificada que cambia la forma en la que entregas contenido a todos los miembros de tu organización.

 

Y tú, ¿sigues enviado mensajes al espacio que quizá no lleguen a ninguna parte?