Aunque en ocasiones perdemos el foco, sabemos que la solución para mejorar la competitividad de las empresas pasa, necesariamente, por las personas que trabajan en ella y, sin duda alguna, por su bienestar y formación.
Cada vez los procesos de aprendizaje son más complejos y se reducen en tiempo, ya sabes eso de que “el tiempo es oro” y para tu empresa más aún.
“Los empleados son el mayor activo de una empresa, son su ventaja competitiva. Quiere atraer y retener a los mejores, darles aliento, estímulo y hacerles sentir que son parte integral de la misión de la empresa.” Anne M. Mulcahy
La empresaria Anne M. Mulcahy pone el foco siempre en la importancia de los trabajadores en un empresa, es más, los señala como ventaja competitiva, siendo esto una realidad pero ¿quién tiene la responsabilidad de darles las herramientas necesarias para que compitan en unas condiciones ventajosas? ¡No queremos mirar a nadie!
Llega a la meta el primero y acompañado de tus empleados.
La satisfacción del trabajo bien hecho es una sensación adictiva que seguro que quieres que forme parte de tu vida laboral. Ganar la carrera a la competencia es algo maravilloso pero conseguirlo no suele ser nada fácil y, además, necesitarás un equipo fuerte, competitivo y formado para conseguirlo.
La competitividad es la capacidad que tiene la empresa para ser eficiente y eficaz en su desarrollo y crecimiento.Para conseguirlo de forma rápida y con una base consistente es necesario que creemos en la empresa un plan de formación adaptado a cada empleado, su puesto y sus necesidades.
La formación que debes impartir en tu empresa se debe basar en tu cultura organizacional, la forma exclusiva y única de ver y entender tu negocio. Así, los empleados que forman parte de esta estructura también son únicos, como su labor y aprendizaje. Cabe destacar que la formación inicial de cualquier trabajador es importante pero pierde fuerza sin una adaptación de los conocimientos al puesto de trabajo actual. Es por eso que adaptar tanto los contenidos formativos como la manera de consumirlos a cada trabajador de la plantilla se hace cada día más importante, necesitamos llegar a la cumbre los primeros y mantenerlos arriba.
Cómo usar la formación para ganar a tu competencia
Es habitual en las empresas encontrarnos con la idea de que es suficiente para enseñar procedimientos y procesos a los empleados con entregarles los manuales, que aunque tengan gran valor dentro de la empresa, no aseguran ni facilitan el aprendizaje eficaz de los equipos.
Aplicar las nuevas tecnologías y adaptar estos procesos a cada trabajador dará como resultado curvas de aprendizaje más reducidas y procesos más optimizados.
Los objetivos de aprendizaje en las empresas provienen, a menudo, de sus retos fundamentales. Algunos de estos objetivos según Pierre Louart son:
- Acrecentar la competitividad de la organización, reforzando su potencial técnico y ajustando los saberes teóricos y prácticos de los asalariados. Este objetivo es general, y afecta a todos los demás objetivos. Permite la actualización de las funciones profesionales que se desempeñan en los puestos de trabajo.
- Garantizar o desarrollar competencias con motivo de una contratación, de un traslado interno o de una promoción.
- Prever los circuitos por los que, de manera progresiva y general, se aumentarán los conocimientos para adaptar las cualificaciones del personal a las necesidades de la organización.
- Poner especial énfasis en las categorías de personal menos cualificado, en la inserción de los jóvenes, en las obligaciones en caso de reconversión, y en los problemas derivados de ciertas etapas de la carrera individual.
- Ayudar a los mandos a aumentar sus competencias intelectuales, su cultura y su aptitud para la gestión.
Desde Tallentto queremos ayudarte a conseguir tus objetivos como empresa y, además, a que la formación de tus empleados se convierta en una de las ventajas competitivas más importantes sobre tus competidores. ¿Quieres que te expliquemos cómo? Contacta con nosotros y toma los mandos de la formación de tus trabajadores.
