Uno, dos, tres, cuatro, cinco, ¡ya!

En un artículo de la Vanguardia de febrero del 2019 llamado “Cinco segundos de atención” nos presentan como en el mundo actual el cerebro está en alerta constante y eso dificulta mantener la atención en una sola actividad como puede ser la lectura vinculada con el aprendizaje.

En el artículo podemos leer: “Uno, dos, tres, cuatro, cinco. El tiempo que se tarda en recitar en voz alta estos cinco números es lo que dura la atención media que los ciudadanos dedican de manera sostenida a un mensaje, un artículo de prensa, una fotografía, un vídeo o una conversación. O dicho de otra manera, es más que probable que algunos lectores no lean ya esta línea del texto al haber desconectado porque el tema no les ha interesado. Su atención estará ya centrada en otra página de este diario y empezará una nueva cuenta atrás.”

Uno, dos, tres, cuatro, cinco. El tiempo que se tarda en recitar en voz alta estos cinco números es lo que dura la atención media de tus empleados ante una pantalla

Tal y como podemos leer en el artículo, diferentes estudios revelan que la capacidad de atención sostenida o focalizada en un mismo estímulo se está reduciendo. Hace dos décadas se situaba en doce segundos, después se redujo a ocho y ahora, si el tema que centra la atención no interesa en los primeros cinco segundos, se desconecta y a otra cosa.

El problema de la atención se ha convertido en un objeto de estudio de científicos intentando determinar las variables que afectan a nuestra atención como por ejemplo este paper Assessment of Learners’ Attention While Overcoming Errors and Obstacles: An Empirical Study

Ese cambio obliga a replantear los modelos formativos dentro de las empresas. ¿Cómo conseguir que un trabajador lea un documento de apenas 3 páginas de aspectos normativos o procedimentales con este panorama? Con las propuestas clásicas ya no, eso está claro.

¿Cómo conseguir que un trabajador lea un documento de apenas 3 páginas de aspectos normativos o procedimentales con este panorama?

La solución la tenemos en el uso de metodologías innovadoras de aprendizaje que nos permitan transferir conocimientos que podamos catalogar como “poco atractivos” entendiendo la situación actual de reducción de la capacidad de atención. ¿Cuáles son las principales metodologías?

  • La gamificación en la formación empresarial, que se basa en la aplicación de las mecánicas y dinámicas de los juegos al ámbito laboral con el propósito de fomentar la motivación e implicación de los empleados con los contenidos de la organización.
  • El uso de storytelling, la vinculación de imágenes con los conceptos a aprender, formatos basados en preguntas y respuestas o la generación de rankings o modelos competitivos entre equipos o personas son algunas de las maneras de conseguir que el trabajador vea contenidos complejos o aburridos de una manera más “amable”.
  • El microlearning, que consiste en trocear los contenidos formativos que queremos trasladar a los trabajadores para su aprendizaje en pequeñas dosis de contenido que pueden tener diferentes formatos, ya sea a través de pequeños textos, vídeos o imágenes.

Al distribuir la formación de esta manera, el contenido que aportas a los empleados se ajusta a las limitaciones de la capacidad de atención y consigues así tus objetivos de aprendizaje.